EL HOMBRE, EN LA EXPRESIÓN DE ARISTÓTELES, ES UN ANIMAL POLÍTICO. ESTO SIGNIFICA QUE NO DESARROLLAR NINGUNA FORMA DE ACCIÓN POLÍTICA IMPLICA ATROFIAR ALGO DE MI CONDICIÓN HUMANA. POR LO TANTO, ME CORRESPONDE NO SER AJENO Y PARTICIPAR DE AQUELLAS DECISIONES QUE ME AFECTEN COMO CIUDADANO

viernes, 5 de agosto de 2011

REFLEXIÓN

Tengo la sensación de que los argentinos; tal vez es un problema de todas las sociedades; terminamos naturalizando todo. Hemos naturalizado la corrupción, hemos naturalizado la mediocridad de nuestras clases dirigentes (con algunas honrosas excepciones), hemos naturalizado la miseria, la falta de reflexión, la hipocresía, el autoritarismo de los democráticos, el juego sucio, el atroz deterioro de nuestras instituciones.

Naturalizamos; nos acostumbramos; hacemos de cuenta de que no tiene solución; y, lo peor de todo; siempre la culpa la tienen “otros”.

Hay un tema que nos tiene siempre como protagonistas de discusiones y efusivos debates, y es esto de “pertenecer o no a la Izquierda o a la Derecha”. Claro, siempre con este supuesto de que pertenecer a la Izquierda es defender la igualdad social y los Derechos Humanos como mínimos requisitos; y pertenecer a la Derecha es, como mínimo ser autoritario, represor, reaccionario.

Entonces es cuando aparecen los representantes de esta” genuina” Izquierda: nuestros actuales gobernantes; llamados ellos “progres”. Ahí es entonces que me surge la tremenda incógnita y pienso y vuelvo a pensar en lo que nos pasa. Resulta ser que esto que vivimos hoy en nuestro país; la pobreza más dolorosa y grave, que es la pobreza en el deseo de crecer, de ser mejores personas de realizarnos y lograr salir de la mediocridad; situación provocada por el mismo gobierno, que en lugar de dar lugar a la gente a incorporarse al engranaje de trabajo y producción, le entrega subsidios y más subsidios y mantiene a los más desprotegidos sometidos a la” generosidad” del estado; esto es lo que llamamos ser de Izquierda. No quiero profundizar en el tema de los Derechos Humanos porque sería agraviante, los últimos hechos ocurridos en el seno de los que se promulgan "misioneros " de la defensa de los Derechos Humanos es sencillamente indignante.

Y, claro, la Derecha serían lo “otros” los que creemos que este “modelo” es grotesco; los que queremos volver a tener instituciones dignas de respeto, los que pensamos que la sociedad debe vivir dentro de un cierto orden para poder vivir, estudiar, trabajar en ella, los que creemos que las personas tenemos derechos y deberes, obligaciones; sí, también obligaciones. La obligación de respetar al otro, la obligación de cuidar nuestro medio ambiente, la obligación de respetar y mejorar las instituciones, la obligación de reflexionar sobre su propia conducta, la obligación de vivir con honestidad.

Y entonces pienso en la genuinidad; también naturalizamos la falta de genuinidad. Creo en la necesidad de volver a ser genuinos; genuinos en nuestro actuar, en un compromiso real con nuestra sociedad, en nuestro trabajo, en nuestros afectos, con nuestras convicciones. De Izquierda?, de Derecha? Tal vez lo importante es coincidir en querer que todos podamos vivir con dignidad en un país en serio.

Alejandra Pili